Por:Director Off Road 4x4
Lunes mayo 16, 2011
Rehabilitándose en la Unidad de Ortopedia del Ospedale Maggiore de Bologna, el piloto chileno tuvo esta mañana el mejor día desde que llegó de urgencia a Italia.
”Acá me dijeron de entrada que la mano venía pesada, pero
no pensaba que tanto. Cuando empezaron el drenaje del pulmón sentí un
dolor terrible, nunca en la vida había sentido algo así. Menos mal
que estaba mi hermana Ana María al lado”, confesó.
Hoy fue, sin duda, el mejor día de Francisco López desde que se encuentra internado en el Ospedale Maggiore de Bologna, adonde llego en una avión clínico de urgencia en la madrugada del sábado, tras accidentarse gravemente en el
Rally de Túnez.
Después de una primera etapa de estabilización ortopédica, debido a las múltiples fracturas que sufrió en la pierna y mano derechas, escápula y costillas de la 1 a la 5, luxación de clavícula y
fisuras en las cervicales 5 y 6, el cuerpo medico del Maggiore se enfocó en tratarle el pulmón izquierdo, perforado seriamente por una de los huesos que fue presionado en el momento del golpe.
En cuatro días de drenado para extraerle sangre y líquidos acumulados en el aparato respiratorio, y de haber soportado un umbral de dolor enorme, esta mañana el deportista se sintió mas animado y tuvo deseos de compartir lo sucedido en la carrera en el norte de África.
“iba rápido, terminando una etapa que se me daba perfecta. Había pasado a Jakub Przyzgonski y Helder Rodrigues, les tenía una buena ventaja, casi 10 minutos calculo. Me quedaban 6 kilómetros para la meta, miré el roadbook y empecé a acelerar. No anduve ni un minuto desde el momento que revisé la hoja y me encontré con una curva en forma de s hacia la izquierda”, recordó López en su habitación de la Unidad de Ortopedia B, en donde permanece desde ayer.
Siempre acompañado por su hermana Ana Maria y el jefe de prensa, continuó: “En ese momento ya iba fuerte, pienso que a unos 140 km/h; frené de golpe y traté de controlar la moto, pero fue imposible, la inercia era mucha. Le pegué a una piedra de casi un metro y salí volando sobre un roquerío. Hasta ese momento veo todo claro, después tengo algunas imágenes de Helder y (Jordi) Viladoms mirándome asustados al lado de la camilla, antes de subirme al helicóptero, y de
los doctores que me ponían morfina en el bivouac de Ksar Ghilane”.
“El helicóptero hasta la capital de Túnez fue rápido, según me contó Filippo (Assirelli, team manager de Aprilia), pero de eso no tengo ningún recuerdo. Iba entero anestesiado. Pese a que me atendieron lo mejor que podían, la urgencia en Túnez fue un infierno, no quería estar ahí. Me sentía inseguro”.
El curicano dice que “fue oportuna la decisión de Filippo y los doctores de Clínica Las Condes de traerme a Italia en un avión clínico. Ellos sabían que acá me tratarían con buena tecnología, y que podían reaccionar ante cualquier situación. Desde que llegué al Maggiore he ido evolucionando de todas las lesiones, además cada día que pasa me siento mas aliviado de los dolores y con mejor ánimo”.
Y concluyó el repaso de lo ocurrido con el pasaje de mayor angustia: “Acá me dijeron que la mano venía pesada, pero no pensaba que tanto. Cuando empezaron el drenaje del pulmón sentí un dolor terrible, nunca en la vida había sentido algo así. Menos mal que estaba mi hermana Ana Maria y mi jefe de prensa al lado. Fueron cuatro días que no olvidaré nunca más en la vida”.
López permanecerá en rehabilitación en la Unidad de Ortopedia por aproximadamente diez días más, en espera del alta de los doctores del recinto italiano y de las decisiones que adopte el equipo medico de Clínica Las Condes, que encabeza Fernando Radice.
